Y luego el mes del carnaval de los ríos, enero frío, encuentro caliente. Me uní a un puesto, haciendo amiga. Me dejé caer en su deleite suave, ignorando el frío. Esto se apresuró a convertirse en un revolcón salvaje que llevó a un revolcón salvaje a su favor, al que ella correspondió con entusiasmo. Ambos estábamos bastante exhaustos y contentos, pero ambos llegamos al clímax.